5.01.2005

correspondencia

No hay ninguna: vos te olvidaste ya, y yo nunca lo haré.
—Prometéme que cuando esto se acabe, no vas a olvidarte de mí.
—Te prometo que no voy a olvidarte…ni tampoco quisiera que esto se acabe nunca.
—Pero se va a acabar…algún día vamos a ser amigos … con muy buenos recuerdos.
—Vaya uno a saber.
Tan joven el recuerdo, y para mí tiene ya la cadencia de un nocturno de Turner. Tu cuerpo enroscado a mis espaldas se me alarga como el “vaya uno a saber” cálido de tu voz que me envuelve dos, tres veces, eternamente, mientras seguimos juntos en la noche y afuera el tiempo pasa y el frío se cuela por la ventana, estación trás estación. Sos imperfecto, y yo te amo: la única postura que he podido dominar últimamente.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home