6.03.2006

la contadora

después de la poesía

quedan huecos, vida

jirones de tu piel, tentáculos

que trepan y revisten

grietas en la memoria.

después de suculentos besos

son residuos que aguardan

la evocación segura de mi duende.

después de todo quedo yo

sustrayendo el amor

amasando nostalgias

que me roen los huesos

(ratones infelices).

después de la poesía

quedan mil y una formas en que miento, yo

deseando ser raíz

y viéndome arrastrar

hoja en el viento.

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