mínimo ruego
Cómo no salir nunca de este espacio-silencio
dulce complicidad en que me llamas “mía”
y yo te dejo.
Hablo poco con Dios y nunca pido nada,
salvo que ingenuamente ruego
me deje conservar lo que me encuentro.
Dios cuando soy feliz y luego cuando pierdo,
a soportarlo.
Hoy me dejo arrullar por el silencio
y el hilo de tu pulso en mi garganta:
0 Comments:
Post a Comment
<< Home